PSOE

El partido que negó su apoyo al sufragio femenino en el siglo XX y luego abanderó el movimiento de la igualdad en el siglo XXI. La formación política que coqueteó con la dictadura de Primo de Rivera (y con los golpistas del 23-F) y más tarde se convirtió en el azote del franquismo. Las mismas personas que encabezaron una revolución obrera en Asturias contra el gobierno de la derecha para después erigirse en los defensores de la legalidad republicana durante la Guerra Civil. "Bases fuera" en la oposición, bases dentro en la presidencia. 

Esto es el PSOE, la ideología en función de los intereses políticos del momento o la evolución lógica del socialismo. Como rezaba el cartel reformado de "Rebelión en la granja": "Todos somos iguales, PERO UNOS MÁS IGUALES QUE OTROS"

Hablar con un progresista de izquierda (se me escapa la risa floja cuando pienso en la paradoja de estos dos conceptos) es una experiencia similar a la de hablar con un meapilas. Ambos se consideran poseedores de la verdad absoluta y te intentan convencer de ello con razonamientos similares a los del chamán prehistórico que explicaba a sus vecinos el por qué de la lluvia o de los truenos.

Que el PSOE siga siendo una alternativa de gobierno (aunque el actual sea su marca blanca) debe ser la confirmación de que nuestra sociedad tampoco ha avanzado mucho intelectualmente desde la época en la que el citado chamán encandilaba a sus fieles con patrañas, patochadas y imbecilidades varias.