lunes, 26 de mayo de 2014

Apartados interesantes del programa electoral de Podemos

Esta entrada tiene por objetivo destacar puntos del programa electoral para las europeas de Podemos que quizá hayan sido ignorados por el gran público. Se harán los comentarios mínimos para evitar influir en el lector. Evidentemente, la selección de puntos es subjetiva, pero les facilito el documento íntegro para que ustedes puedan valorar con independencia o para contextualizar cualquier cita que aparezca aquí. http://podemos.info/wordpress/wp-content/uploads/2014/05/Programa-Podemos.pdf

Algunos dirán que menuda pérdida de tiempo la mía, que los programas electorales no son importantes, que jamás se cumplen, que son papel mojado. Veamos qué opina la formación de Pablo Iglesias:


Aclarado esto, empecemos por ver cómo se ha elaborado este programa:


Continuamos ahora con su política bancaria:
Renta básica:


Medios de comunicación:
Derechos (sin deberes):
Política educativa (la primera frase me mata):

Derecho a tener derechos (¿cómo pagar todo si los ricos pueden largarse en cualquier momento? ¿Expropiación masiva?):
Política sexual (no dicen nada de superar la monogamia, ligera decepción) y de dependencia:
El derecho a decidir y el deporte:
Política comercial con el exterior (A Estados Unidos y a Israel ni agua. Guiños a Venezuela y Cuba):
Política comercial con el exterior II (Más guiños a Cuba y Venezuela. Iros a un motel):


Política rural (Repoblar el campo y WIFI gratis):



Y, por último, los animales (¿regulación de la caza mayor y de especies protegidas? ¿Por qué no hay prohibición directa?):


lunes, 19 de mayo de 2014

Cómo debatir sin dar vergüenza ajena

-No puedes tener la razón siempre, concédele pequeñas victorias a tu rival.

-Jamás responder a un por qué con un porque sí.

-No repitas un mismo argumento dos veces.

-Mejor frases cortas y fulminantes que exposiciones largas y bien construidas.

-Hablar en tono tranquilo y relajado. 

-Ofrecer metáforas e historias para explicar realidades complejas.

-El alivio humorístico funciona para ganarse el favor del público.

-Con respeto, falta al respeto.

-Interrumpir, pero con educación.

-Dominar una amplia base cultural para ofrecer relatos multidisciplinares.

-Si eres ignorante en un tema, deja que tu contendiente te ilustre. Cuando lo tengas claro, discrepa. 

-Con tu titubeo, disimula y aclara la voz. Con el suyo, ataca sin piedad.

Si esto te ha servido de ayuda, difunde. Si quieres sugerir algo, comenta. Si buscas matarme, manda un mensaje a mi Twitter o Facebook.

jueves, 15 de mayo de 2014

Godzilla, el terror omnipotente


"La arrogancia del hombre está en pensar que él controla la naturaleza y no al contrario."

No, señores, esta no es sólo una película de bichos grandes zurrando a otros bichos grandes o de la destrucción gratuita de grandes ciudades. Va un poco más allá en su planteamiento, sólo hay que molestarse en ver más allá de la promoción comercial y, sí, pensar.

(Si has visto la película, prosigue leyendo. Si no, tienes dos opciones: disfrutarla antes de ponercon esto o sencillamente continuar para ver si puedo convencerte de las virtudes de este largometraje)

Realmente han sido listos los productores de la película al no mostrar a los contendientes de Godzilla. Alguien desinformado sobre la mitología del rey de los lagartos habría pensado que esto trataría de algo parecido a King Kong, con un engendro inmenso campando a sus anchas por Nueva York. También podría haber recordado el público aquella versión de Roland Emmerich sobre este personaje, perpetrada a finales de los 90 en un intento de emular el éxito de Jurassic Park (con una especie de Tiranosaurio Rex realmente grotesco y con sus crías, una suerte de velocirraptores truchos).

Pues ahí que va la película y nos introduce a dos monstruos colosales más, los MUTOS. Son los primeros que aparecen en pantalla y arrasan con todo lo que ven ante la impotencia de los habitantes del planeta. Es más, son pareja de hecho (las llamaditas entre uno y otro) y se disponen a reproducirse, con las fatales consecuencias que ello acarrearía para nosotros. Todo parece perdido, hasta que surge de su escondite un ser brutal y primigenio: Godzilla.

Esto genera terror y espanto, ya que a Godzilla quisieron cargárselo en anteriores ocasiones con bombas atómicas. Conocían que era un ser anterior a la Humanidad misma y no sabían de sus intenciones. Finalmente, el rey de los lagartos se enfrenta a los MUTOS, acaba con ellos y vuelve a su anonimato submarino.

Estos acontecimientos tienen reminiscencias de mitologías como la griega, donde los olímpicos dirimían sus diferencias en la Tierra con múltiples destrozos, y, por supuesto, nos trae a colación la idea del Dios activo y todopoderoso cuyas intenciones resultan incomprensibles para el pueblo llano. Realmente no había motivos para atacarlo, pero ahí estaba, en nuestras aguas, un reptil inmenso de más de 100 metros. Un miedo lógico, por supuesto, aunque únicamente se sustentara en su superioridad sobre nosotros.

Sencillamente, Godzilla estaba para restablecer el equilibrio en la naturaleza y para reparar nuestras acciones contranatura (los MUTOS, seres prehistóricos, se alimentaban de la radiactividad del núcleo terrestre y nosotros les ponemos un buffet libre de centrales nucleares). Evidentemente, esto es ciencia ficción y no debemos temer un ataque monstruoso a la central de Garoña, pero lo cierto es que el miedo a la intervención de la divinidad ha sido una tónica en nuestras civilizaciones, incluso en la nuestra, con ese Apocalipsis descrito por San Juan.

Esto se trataba pues de una batalla para salvaguardar el estado de las cosas y fue Godzilla el que finalmente se levantó para acabar con el desorden que tanto aterroriza a la especie humana, aquel en el que no tienen capacidad para actuar y en el que se encuentran indefensos. Pasa mucho con las catástrofes tales como tsunamis o terremotos, donde la muerte deja paso al reproche de dónde estaba Dios, de por qué no intervino para salvarnos. 

En conclusión, Godzilla representa una poderosa metáfora de la incomprensión y del pavor que nos provocaría la súbita aparición de un Ser Superior. Intentaríamos matarlo de todas las maneras posibles, a pesar de que fuera la diferencia entre la vida y la muerte. Así lo han relatado los mitos en multitud de ocasiones y, probablemente, así sucedería pese a sus demostraciones de poder. Terminado el peligro, simplemente desaparecería voluntariamente, como aquel que, conociendo nuestra misma naturaleza, considera que no podemos aguantar una presencia constante, sólo la puntual y casi definitiva de la debacle.







lunes, 12 de mayo de 2014

Sexo onírico

Él cerró los ojos y se despertó. La cama olía a jazmín y eso le dio fuerzas para levantarse de un salto. Silbaba el himno de la Unión Soviética mientras se quitaba los calzoncillos del ayer. Fue llegar a la ducha y que la emoción de la marcha comunista le hicieran cantar en un ruso casi perfecto. El agua caía en su cabeza, el Palacio de Invierno ha caído. Alá es grande, aroma del cielo. No queda gel, camarada.

¡Viva la Revolución!

Llueve, casi diluvia allá afuera. ¿Paraguas? ¿Chubasquero? Mejor americana, vaqueros y camiseta roja. Mojarse, morir, da igual, el momento.

Tostadas relucientes, con la mantequilla extendida. Se le quitó el hambre, a la basura con ellas. Qué tarde, las 9. Correr, correr, el tiempo vuela de veras. Ascensor roto, por las escaleras. Un cigarrillo, señor, que no tengo. El humo viaja en metro, nadie se queja. Jazmín, nada de ese obeso sudando al lado. Jazmín 

Las 9,15. Son 30 minutos tarde y ha puesto todo perdido. Se rompió el paraguas de tanto viento...

Un momento, ¿paraguas?

Bueno, una ráfaga huracanada ha quebrado las varillas, ya no sirve para nada, el agua se cuela por todos lados. El jefe le grita babas y, en una mesa de la esquina, tecleando concentrada, un regalo de Dios. Ella. Diosa distante, de labios de cereza y melena rubia...

Un momento, se acerca. ¡Se acerca!

Qué canalillo. Vestido apretadito de leopardo. No puede ser verdad. No lo es. Se apoya en tu pierna, Mario. Te acaricia la pierna. Te muerde el cuello, te susurra que no sabe tu nombre y que dónde están los informes de contabilidad.

Hay tema.

Trabajar para qué, un aumento ya, ¿estamos en tercera o en segunda persona? Le agarras de la corbata, le ruges que quieres más. ¡Dónde está la pasta! Despedido, vuelva cuando quiera, pase unas buenas vacaciones y aquí tiene las llaves de mi Audi.

Sales a la calle, el Sol brilla. Silbas para un taxi. Cielo santo, la rubiaza en bikini rojo montando en una bicicleta roja. A juego todo. Puño levantado. Gemido. La revolución, camaradas.

Qué cuerpo. La derribas de su bicicleta y le arrancas el sujetador. Estáis en la calle, decoro, nada de misionero. Torso desnudo y pechos turgentes. Él o ella, quién tiene mejores senos. Frota tu cuerpo, vamos. Venga, dalo todo. Mano arriba, mano abajo. La zambomba. Con arte. Gemido. Suavemente. Ya.

Controla el balón. El campo sabe que va a pasar algo, silencio de misa. Viene un defensor, lo zafa con una ruleta. Un salvaje por detrás, pero él, digo, él pone el turbo. Exclamación del respetable, quedan dos minutos para el pitido final. ¡Defensa, defensa!, reclama el portero francés. 

Defensa, defense, ¿importa?

Ahí está, borde del área. Un rival antes de la portería. Gigante de pelo oscuro y mueca de simio. Autopase y superado. El guardameta sale de su guarida. El destino del país en una baldosa. Él mete la punta de la bota por debajo del esférico, que se eleva lejos del cancerbero. 100.000 almas en pie. Va a ser gol, va a ser gol. Gol. Sus pechos. Gol.

¡Gol!

La grada explota. Él corre por la línea de fondo apuntando a su escudo y detrás de la valla publicitaria, ella desnuda. Tiras la camiseta, te deshaces de las calzonas. Él dentro. Empuja. Embiste. Mano arriba, mano abajo. Dale a eso. Acelera. Zambomba. ¿Ya?. Un poquito más. Sí, ya.

Fin. Rutina. Él abrió los ojos y durmió.