Un mago en el Madison Square Garden

El desparpajo del principiante y la seguridad de un veterano. Grandes atributos que parecen confluir en la figura de Jeremy Lin, el taiwanés que está poniendo patas arriba la NBA. Seis apariciones como titular, seis partidos con una marca personal de más de 20 puntos, seis encuentros que concluyen en victoria para los New York Knicks, una franquicia legendaria de la mejor liga de baloncesto del mundo.

En lo último se fundamenta  la razón de su súbito estrellato. Todos los que son protagonistas en el Madison Square Garden son igualmente protagonistas en todas las canchas de Estados Unidos., porque en el Madison sólo sobresalen los mejores. La afición knickerbocker tiene un paladar exigente, pero valora tanto a los propios como a los ajenos. En los últimos años han visto grandes actuaciones de jugadores visitantes como Lebron James o Kobe Bryant, mientras que observaban el estado de permanente decadencia del equipo de sus amores.

Se huele que la situación puede cambiar. El joven de 24 años ha despertado a una grada que se había acostumbrado a permanecer deprimida. La pieza que le faltaba al entrenador Mike D'Antoni, un base rápido para llevar los contraataques, muy buen pasador y aún mejor anotador.

Cada vez que se le cataloga como un fenómeno pasajero, él responde con otro partidazo. Ha competido contra un base All Star de la categoría de Deron Williams, contra directores de juego consolidados como Derek Fisher, Jose Manuel Calderón o Raja Bell y contra jóvenes promesas tales como John Wall o Ricky Rubio. A cada uno les ha derrotado de forma incontestable.

Queda por saber si Jeremy Lin seguirá ofreciendo este nivel hasta la hora de los play offs, allí donde los jugadores se convierten en leyendas vivas. Ni el hombre con mejor ojo clínico podría saberlo, así que sigamos disfrutando de la Mamba Amarilla hasta que su magia decaiga.