Alegrías, decepciones, cambios, amigos, viajes, noches... Todo ello hasta llegar a un sofá gris de mi piso. Apagué el cigarrillo en el cenicero. Me cogí uno de los vasos abandonados de la mesa. Lo que había dentro parecía Coca Cola, pero olía a cóctel de Absolut, Ballantines y sí, una pizca de Coca Cola. Un pequeño trago y mi garganta se rindió sin condiciones.
2012, no sé qué intenciones tienes, pero espero que sean buenas. Es lo único que puedo decir.
Que no huela a tabaco cuando lleguemos a casa!! (pepe)
ResponderEliminarmola !!
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