viernes, 27 de enero de 2012

Dos criminales y un inocente

Acelera el metro. Nadie se ha montado. Él permanece tumbado encima de tres asientos. Aún le quedan seis paradas para llegar a su casa de las afueras. Menos mal que le dió tiempo a coger el último tren. Su madre no le iba a recoger del ensayo, había que ahorrar gasolina hasta fin de mes. Y su hermano no le respondía por Whatsapp.

Para el metro. Un hombre de complexión ruda y andares patizambos entra. Se sienta enfrente del muchacho. Susurra:

-Puto negro vago.

El muchacho se incorpora.

-Perdone, ¿puede repetir?

-Encima de negro, sordo

-¿Tienes algún problema conmigo?

-No, tengo un problema con tu puta piel

-¿No tienes amigos y por eso estás amargado?

-¿Quieres que te meta una hostia, recoge algodón?

Acelera el metro. El hombre mira a ambos lados y se acerca al muchacho. Éste se mantiene sentado.

-¿Ahora qué, negrito?- le enseña los músculos de su brazo, grandes como dunas del desierto.

-Ahora has demostrado que eres fuerte. Puedes sentarte

Un puñetazo en la cara. Un poco de sangre en esa nariz grande y mulata.

-¿No te cansas de meter la pata, puta mierda?

-Hay cámaras. Estás a tiempo de no ir a la cárcel

Otro puñetazo a la cara. Sentía que tenía rota la nariz. No podía evitar las lágrimas.

-¿Ahora lloras, puta mierda? ¿Quieres a tu mami?

Para el metro. El hombre se marchó. El muchacho sollozaba con la nariz ensangrentada.

El hombre pasó la tarjeta por la rueda giratoria. Ya olía el alcohol del botellón desde las escaleras. Un pinchazo por detrás y un brazo rodeándole el cuello

-La pasta. Suéltala y corre- le murmuraron

Ni dos segundos tardó en dejar caer su cartera al suelo.

-El reloj también. Con cuidado, que no se casque

Se desabrochó el Viceroy de su muñeca izquierda. Se inclinó para dejarlo en el suelo. Una sirena aulló desde la calle vecina. El atracador le apuñaló el esternón al hombre con prisa y salió disparado con la cartera. El Viceroy fue aplastado por el cuerpo del hombre.

El atracador consiguió refugiarse detrás de un cubo de basura. En la cartera había un bono de metro, cuarenta euros, una tarjeta de crédito de Bankia, el DNI y la foto de una rubia de senos prominentes y desnudos (un recorte de FHM)

Miró su Blackberry. "Ven a recogerme del ensayo"

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