Si has leído la obra cumbre de George R. R. Martin, felicidades, sabes que la cuarta temporada de Juego de Tronos será mejor que la tercera. Si piensas que la serie se llama igual que la saga de libros, no te has enterado de nada.
¿Por qué tienes que dejarte los ojos en la magna novela río llamada Canción de Hielo y Fuego (CdHyF)? ¿Que no te gustan las historias de fantasía?
Calificar CdHyF de fantasía indica que sigues sin enterarte. Cierto que hay elementos propios de la ficción mítica, como dragones o espectros, pero son un recurso más que usa el autor para crear suspense en la trama. En el primer libro, Juego de Tronos (un título más comercial para vender la serie), sólo aparece algo irreal al principio y al final, como cliffhanger que nos empuje a seguir devorando páginas en un futuro. No esperes que la magia sea un constante deus ex machina que salve a los buenos y castigue a los malos.
¿Los Lannister son malos y los Stark buenos? ¿Cómo?
La lucha por el Trono de Hierro no resulta tan simple. Cada familia tiene intereses propios y no encajan en una ética universal. Nuestro esquema de valores nos empuja a pensar en los Stark como los defensores de todo lo bueno y, por tanto, deben triunfar.
Para desgracia de los Stark, viven en un mundo realista, no en la Tierra Media o Narnia. La astucia vence al honor en la mayoría de ocasiones. Y en eso, personajes como Tyrion o Jaime Lannister superan ampliamente a Ned Stark, el protagonista inicial.
¿Tantos personajes te lían?
CdHyF asienta su riqueza en la infinidad de sujetos del pasado y presente que ocupan los capítulos. Digo pasado también porque los precedentes históricos de los Sietes Reinos son primordiales para entender la historia presente de Poniente. Muchos conflictos se heredan de generación en generación y estallan cuando menos te lo esperas.
¿Necesitas más argumentos?
Pues compra el primer libro. La prosa de George R. R. Martin hará el resto